Recital: Canciones íntimas de confinamiento y destierro.

Recital del Destierro en Fuerteventura.

El recital ofrecido por Manuel Madrid dedicado Unamuno y Fuerteventura resultó de lo más emotivo y gratificante. Emotivo porque el compositor hace suyos los versos de Unamuno y le imprime un hondo sentir, haciéndose eco de la intensidad con que D. Miguel los escribió, y gratificante por la hermosa voz del cantautor.

De los sesenta y seis sonetos dedicados a Fuerteventura, en: ”De Fuerteventura a París” Manuel Madrid con gran acierto ha musicalizado 17 , con los que  hace un recorrido por esta etapa en la vida de Unamuno.

Las Canciones que el grupo nos ha ofrecido, están incluidas en un CD cuyo título es:  «Canciones íntimas de confinamiento y destierro». En estos sonetos, Unamuno nos dibuja la isla con los elementos que la caracterizan, como el mar, la palmera, la aulaga, etc,  también hay algún soneto dedicado al dictador, Charlatán por ejemplo, que Manuel Madrid incluye en su repertorio con gran acierto.

¡Enhorabuena al grupo, y gracias por este hermoso testimonio!

Canciones intimas de confinamiento y destierroCanciones íntimas de confinamiento y destierro vertido en sonetos.

Grupo Zafra. Sonetos de la obra de Miguel de Unamuno. «De Fuerteventura a París».

Música compuesta por: Manuel Madrid Castro

Textos: Teresa Madrid Molina

La Palmera. Soneto LX

Miguel de Unamuno
De Fuerteventura a París

Es una antorcha de aire esta palmera,
verde llama que busca al sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.
Sin brotes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo,
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.
No se retuerce ni se quiebra al suelo;
no hay sombra en su follaje, es luz cuajada
que en ofrenda de amor se alarga al cielo,
la sangre de un volcán que enamorada
del padre Sol se revistió de anhelo
y se ofrece, columna, a tu morada.

Miguel de Unamuno: Aislamiento en Fuerteventura

Muy interesante fue la conferencia que sobre el Confinamiento de Unamuno en Fuerteventura impartió el filósofo Luis Andrés Marcos, mostrándonos su visión personal del mismo.

Cerca de él estuvieron los Sonetos del libro: De Fuerteventura a París, donde los sesenta y seis primeros están dedicados por Unamuno a Fuerteventura.

Unamuno ha hecho existir a Fuerteventura, ha reescrito con sus versos  la isla, por medio de la cual alma y paisaje se  encuentran en sus sonetos, la poesía, no lo olvidemos expresa los cercanos anhelos del alma de cada uno.

Dirá Unamuno: En París he digerido a Fuerteventura aquí he madurado mi experiencia religiosa de la isla.

No olvida que fue en la isla pobre y sedienta donde aprendió a conocer la mar, manteniendo con ella una comunión que él definiría como mística. Mar que arrulla como la madre al niño, mar y madre dadoras de vida. La mar es la eternidad que soñamos.

Itinerarios serranos de Unamuno

Con motivo del ochenta aniversario de la muerte de D. Miguel de Unamuno, el CES dentro del Ciclo de Actualidad, organizó en la Casa Museo Unamuno una interesante Mesa Redonda titulada: «Itinerarios serranos de Unamuno» en la que intervinieron: Miguel Elías, José Luis Puerto, Pablo Unamuno y Francisco Blanco. 
Un retrato  de Unamuno fruto de los pinceles del pintor Florencio Maíllo, presidía el salón rectoral. 
Este retrato lucirá en la fachada de una casa de La Alberca, como símbolo de la estrecha relación del intelectual vasco con la Sierra de Francia y sus gentes como pudimos corroborar.
D. Miguel camina en soledad pero nunca solo. «Caminar y pensar, caminar como búsqueda del conocimiento, conocer y conocerse en lo conocido» como diría M.Elías. 
Para José Luis Puerto, Unamuno recibe la herencia Romántica del paisaje. El paisaje, el mundo, el territorio, plasma sus estados de ánimo. Pensar a través de un contemplar.
Pablo Unamuno gran conocedor de todos estos lugares de la sierra, intentó desmitificar ciertas anécdotas que se cuentan sobre su abuelo con respecto a sus marchas por Credos, pero de lo que no le cabe la menor duda, es de la admiración que sentía Unamuno por este lugar, al que recordará en su etapa del destierro tanto en Fuerteventura como en París y en Hendaya. Llegando a la conclusión de que no hay poeta que cantara más a Gredos que su abuelo, para quien Gredos era lo eterno.
Por su parte Francisco Blanco, aportó fechas, compañías e itinerarios del rector por la Sierra.
Fue una Mesa Redonda que suscitó gran interés entre el público. 

Salamancartvaldia:

Itinerarios serranos de Unamuno