Unamuno y los Juegos Florales

El jueves 13 de junio, asistimos a la que sería nuestra última conferencia antes de las vacaciones estivales.
Dicha conferencia versó sobre: ”Unamuno y los juegos florales” y fue impartida por Francisco Blanco, certamen poético cuyos orígenes se remontan a 1323. Los temas a tratar en dichos juegos son: Patria, Religión y Amor. Unamuno participó en 13 Juegos Florales, en algunos como mantenedor, en otros como miembro de jurado, en diferentes ciudades de España.

En 1910 viaja a Las Palmas como mantenedor de los Juegos Florales de la ciudad, siendo el ganador, el poeta modernista Tomás Morales.
A pesar de su participación en los Juegos, fue muy crítico con los mismos. En el discurso que pronunció en el Teatro Pérez Galdós de la ciudad de Las Palmas diría:

”Ya voy teniendo alguna costumbre de acudir a fiestas de esta naturaleza, con las cuales, si transijo, no más que transigir, es por la parte que tiene de cursis. Soy sin embargo hostil a ellas, y las acepto porque son un pretexto para hablar.
…No me gustan estas fiestas porque en ellas se profana lo más sagrado que hay en el hombre, la palabra, en su forma más noble que es la poesía. En estas fiestas la poesía es literatura de festejo sometida a una liturgia, y no es que yo desdeñe las liturgias, pero es cuando están informadas por un verdadero espíritu de religiosidad. Estas debieran ser algo así como una especie de fiestas religiosas, una eucaristía de la palabra. La palabra se perfecciona, se encumbra, se sublima en la poesía…”

En los Juegos Florales de Salamanca fue mantenedor Joaquín Costa, actuando Unamuno como miembro del jurado, en el que resultó ganador por unanimidad, el poema ”El ama” presentado bajo el lema: ”Fe y arte” de José Mª Gabriel y Galán. Dicho poema, al ser leído con ocasión del premio, por el rapsoda, Ramón Barco, causó entre el público asistente mucha emoción, llegándose incluso a las lágrimas.
Durante la conferencia pudimos escuchar dicho poema, en las voces de Luis Gutiérrez, Mª Ángeles G. Tábara y Elena Díaz Santana.

Fotografías: Miguel N. Sánchez

Excursión Unamuniana. Las Hurdes – Hervás

El sábado 1 de junio, la Asociación de Amigos de Unamuno realizó un viaje a Las Hurdes, en recuerdo del que realizó D. Miguel a esa comarca (Las Hurdes, Las Batuecas, La Alberca y Peña) con Legendre, Chevalier y el “Tío Ignacio”, en agosto de 1913.

  • Casar de Palomero  –  Pinofranqueado

El grupo se dividió en dos, los que quisieron realizar a pie la ruta de 8,8km, de Casar de Palomero  a Pinofranqueado y el que optó por visitar en Guijo de Granadilla, el Museo dedicado a Gabriel y Galán.

Los que hicimos la ruta, pudimos disfrutar de un paisaje maravilloso, donde la primavera se notaba en sus flores y árboles, generosos en frutos como los cerezos o los naranjos.  El grupo volvió a unirse para comer en el restaurante “Castuo” en Pinofranqueado, a los pies del río Los Ángeles, en un entorno muy agradable.

Fotografías: Elena Díaz Santana

  • Casa Museo Gabriel y Galán. Guijo de Granadilla

Tras las huellas de Unamuno en Las Hurdes: Visita a la Casa-Museo Gabriel y Galán en Guijo de Granadilla

El día 1 de junio, un grupo de miembros de la Asociación de Amigos de Unamuno en Salamanca, salimos rumbo a Las Hurdes con la intención de emular, en parte, aquella visita que realizó Unamuno a dicha comarca en 1913, junto con Maurice Legendre y Jacques Chevalier, impactado por el informe del maestro Feliciano Abad, que mostraba la dramática situación de la zona. Dicho viaje quedó reflejado en diversos artículos publicados en ‘El Imparcial’ y en el ‘Diario del viaje a Las Hurdes’. Una de nuestras paradas fue en Guijo de Granadilla, con el fin de visitar la Casa-Museo del poeta José maría Gabriel y Galán (Frades de la Sierra, 1870-Granadilla, 1905). De la mano de un excelente guía recorrimos la casa en la que residió el poeta a raíz de su matrimonio con Desideria García Gascón, emparentada con un terrateniente del lugar, hecho que traerá la tranquilidad material para el desarrollo de su escritura, después de degustar las estrecheces de la vida de un sencillo maestro de escuela en Guijuelo y Piedrahita. Recorriendo las distintas estancias de la casa, nos fuimos adentrando en la vida y obra del poeta, notando que, en sus versos, fluía un compromiso con la realidad y las gentes del mundo rural, quizá emanado de sus orígenes y de su quehacer como labriego, siendo el primero en denunciar con sus escritos la situación de miseria de Las Hurdes. Entre los valiosos documentos que se nos iban presentando, nos encontramos con unas líneas de Unamuno, quien formó parte del jurado en aquellos Juegos Florales realizados en el Teatro Bretón de Salamanca en 1901, en los que Gabriel y Galán fue galardonado por su poema ‘El Ama’, inspirado en su madre y que pudimos leer emocionados durante la travesía. Allí percibimos esa huella indeleble dejada por Unamuno, una vez más, pues mucho tendrá que ver con el encumbramiento de este poeta. Quizá ese compromiso social, esa firme convicción religiosa, esa sensibilidad por los menos favorecidos, como los campesinos de Salamanca y Extremadura, propició una firme relación e intercambio epistolar entre ambos. Interesante fue leer los versos del poeta en dialecto extremeño, ‘El embargo’ o ‘Cristu Benditu’, u otros como ‘Canto al trabajo’, o ‘La espigadora’, conmoviéndonos ante esa labor de diseñar una escritura accesible al pueblo, retratándoles su realidad, pero en verso y ritmo, de modo que la entiendan y sea como un bálsamo en medio de la miseria y el olvido. Así lo dice: “Mi obra (¡pobre obra mía!), es la obra de los ocultos del mundo de la cultura… poesía sana para el pueblo que es su padre”. A pesar de su breve estancia por este mundo, el poeta permanece, especialmente donde dejó estampada su amorosa huella poética; se nota en Frades, Granadilla, donde su memoria permanece y nos lo recuerdan ya sea a través de un busto, una calle, o una casa cargada de recuerdos.

Texto y fotografías: Jaqueline Alencar

 

  • Visita a Hervás

Por la tarde visitamos Hervás, acompañados por Rebeca, una guía que nos mostró el barrio judío y otras zonas de interés de la villa.

Dice la historia que en Hervás en el S. XV se estableció una importante comunidad hebrea con entramados de calles y edificios judíos que conforman la ahora célebre judería de Hervás, donde se conservan edificaciones de la época tal y como fueron originariamente construidas.

Estamos ante una de las juderías mejor conservadas de España.

Después de esta visita a Hervás, volvimos a casa, contentos de haber compartido un día precioso los miembros de la asociación, tras visitar los lugares que tanto interesaron a D. Miguel. 

Fotografías: Elena Díaz Santana