Tuvo lugar en la Casa de Las Conchas, el taller de lectura unamuniana dedicado al libro: ”Por tierras de Portugal y España”, moderado por Luis Andrés Marcos.
Nos centramos en los capítulos dedicados a Portugal.
Unamuno pone el foco en la literatura portuguesa del S. XIX y considera que es el siglo de oro de la literatura en portugués.
Sus amigos, el conocimiento de la tierra y su literatura es lo que hace que Unamuno reivindique Portugal.
Unamuno se fija en sus territorios, en el carácter de los portugueses, con su tristeza y su melancolía. A Portugal se le debía una mirada sana como hace Unamuno.
Él tenía en el país luso, muchos amigos como Guerra Junqueiro y Texeira de Pascoais. También D. Miguel era admirado allí, por ejemplo el pseudónimo Miguel Torga, se debe a dos migueles ilustres, Miguel de Unamuno y Miguel de Cervantes.
La generación del 70 en Portugal es como la del 98 en España, hablan del paisaje, que es el paisaje del alma, esto se ve en “Campos de Castilla” de Machado.
Calificativos humanos que se le pone al paisaje, como que “Portugal es triste”, no, Portugal no es triste, triste es la expresión del poeta.
Unamuno se pregunta:¿ qué tendrá Portugal que cuanto más voy a él, más deseo volver?
Unamuno va a Portugal a descubrir el alma del país, muchos portugueses mueren en el mar, de ahí la saudade, tan característica de este pueblo. El mar es sepulcro y cuna.
Portugal trasmite un espíritu melancólico. Se está descubriendo el Romanticismo con Castelo Branco (Camino de perdición). Hay figuras femeninas, como la de Constanza, que no se da en otras literaturas. Su entrega amorosa es de compasión, y se llega al a conclusión de que el alma portuguesa y el alma castellana se parecen mucho.
Unamuno entiende la literatura desde lo que ellos han dejado escrito. La literatura expresa lo que somos, es expresión de la vida íntima. Se pervive en las obras, D. Quijote descubrió a Cervantes. La obra del hombre tiene más valor que el hombre mismo.
La literatura es la memoria del pueblo, porque ahí está expresada el alma portuguesa. En las obras de arte queda expresada el alma del pueblo. El alma es lo que sentimos. El arte no representa, el arte expresa.
Se pone de manifiesto también en las apreciaciones de los lectores que el sentido religioso de los portugueses es muy diferente al español. Ellos tienen muchos muertos no recuperados en el Océano, también se pone de manifiesto que es un pueblo suicida, se suicidan por amor a una vida mejor.
Hay nobleza moral en Portugal.
A Portugal se le debe una mirada sana como ha hecho Unamuno, y toma conciencia de sí misma con D. Miguel.
Hay pueblos como Espinho, donde aún hoy se le recuerda con agrado. Precisamente la muerte de su madre en 1908, sorprende a D. Miguel en este pueblo portugués.
Francisco Blanco concretó las fechas en que fueron escritos estos artículos, entre 1907-1908.
De 1914 hasta 1935, Unamuno no vuelva a Portugal, trascurridos veintiún años. Por lo que las estancias o viajes de D. Miguel a este nuestro país vecino, no fueron tantas como parecen.
De los 6000 volúmenes que hay en la Casa Museo Unamuno, 96 son libros portugueses.
En 1935 vuelve a Portugal invitado por el gobierno de Salazar a un acto político propagandístico. Acto en el que Unamuno no saluda a Salazar. Del 2 al 10 de junio Unamuno va a Estoril requerido por el periodista Wenceslao Fernández Flores, para hacerle una entrevista, elige entonces D. Miguel hacerla en Estoril porque es allí donde está exiliado el general Sanjurjo.

Se concluyó el taller con la idea de que hay en D. Miguel cariño por la tierra y compromiso con su literatura.

Una vez más resultó un taller muy interesante y enriquecedor.