El domingo día 8 de mayo, realizamos la ruta de Unamuno por los Arribes del Duero. En dos ocasiones visitó Unamiuno este lugar, la primera en 1898 y la segunda en 1902. En este segundo viaje, estaría cinco días recorriendo este paraje maravilloso, dejando plasmadas sus impresiones sobre este lugar en su libro “por tierras de Portugal y España”. Hace una descripción maravillosa del pozo de los Humos y escribirá: ”Es una de las hermosas caídas de agua, ésta que puede verse entre aquellos adustos tajos. Divídese la cascada mayor en dos cuerpos, debido al saliente de la roca, y va a perderse en un remanso de donde surge el vapor de agua pulverizada por el golpe, que le ha valido al paraje el nombre de los Humos… ¡los siglos de los siglos que habrá necesitado el aguapara excavar tales tajos y reducir semejantes cascadas”.

Este viaje de cinco días, lo realizará Unamuno con el médico Enrique de Areilza, el abogado L. Gutiérrez Abascal y el escritor Pedro Eguillor, además acompañaron a D. Miguel su amigo Agustín del Cañizo y el guía el tío Mateo. Dirá Unamuno que en el placer de los paseos por el campo adquiere el espíritu verdadera libertad. La contemplación del campo era para Unamuno el mayor sedativo.

Así lo pudimos experimentar los 27 amigos de Unamuno que realizamos esta excursión, siguiendo los pasos del maestro, sintiendo en la naturaleza que él recorrió los mismos sentimientos de libertad y asombro que él experimentó.

Os dejamos para el recuerdo, las fotos de los lugares que visitamos, aunque una foto nunca puede sustituir lo que vió nuestra retina y guarda nuestro interior. Fue un día unamuniano compartido e inolvidable.

Fotografías: Daniel Álvarez, Luciano de Dios, Antonio Miguel y Elena Díaz

  • Salida de Salamanca

Alguien nos obsequió a los participantes con churros para empezar con fuerza el día.

  • Pereña   –  Pozo de los Humos

El grupo se dividió en dos, los que quisieron realizar a pie la ruta desde Pereña al pozo de los Humos que se encuentra dentro del cañón geológico formado por el río Uces que se precipita abruptamente desde 50 metros sobre el Duero. El otro grupo hizo un recorrido turístico por Aldeadávila.

  • Excursión en barco desde la Playa del Rostro hasta la presa de Aldeadávila

Paseo en barco por los Arribes del Duero. Hasta la presa de Aldeadávila, es un recorrido de 11km, con una biodiversidad muy rica, que va desde las aves que anidan en las rocas y montañas que forman las riveras hasta la flora riquísima de una y otra margen, ya sea la portuguesa como la española, todo ello envuelto en las historias de los pastores que vivieron en la zona hasta no hace tanto tiempo y alguna que otra leyenda de pastor enamorado de una muchacha portuguesa. Nos cuentan también que por la particular orografía del terreno hay en la zona un microclima que puede definirse como de tipo mediterráneo, con inviernos suaves y cortos y escasez de heladas y los veranos largos y cálidos que le dan la idiosincrasia de flora y fauna tan particular de que goza este lugar. 

  • Pasando por Aldeadávila  dirección a La Verde

  • Visita a La Verde

El convento de la Verde fue un monasterio español, fundado por frailes franciscanos en 1270 y abandonado tras la desamortización de Mendizábal en 1834. Fue restaurado en 1960 por Iberduero como hospedería en el nuevo poblado del Salto de Aldeadávila, que cobijó a las familias de los empleados en la construcción de la presa.