El día 7 de noviembre, pudimos hacer una visita guiada a la exposición: Miguel de Unamuno profesor y rector” 1864-1936, de la mano de su comisario y presidente de la Asociación de Amigos de Unamuno, Francisco Blanco Prieto.
Dicha exposición está organizada por la Universidad de Salamanca, además de la Casa Museo Unamuno y el Servicio de Actividades Culturales de la USAL.
En ella se abordan los temas: Unamuno Profesor, Rector Unamuno y Problemas Rectorales, constituyendo las secciones por las que el espectador recorre la vida profesional de Unamuno, además de vitrinas con objetos personales del escritor en su faceta de profesor y rector. Todo ello acompañado de fotografías que dan cuenta de los hechos más relevantes de su vida.
Esta es la introducción que hace Francisco Blanco en el folleto editado para la exposición:
Más allá de su amplio espectro existencial, nadie puede sustraerse de vincular a Miguel de Unamuno con las aulas universitarias, bien en su faceta docente como profesor, o en su dimensión gestora como rector, vicerrector y decano del Estudio salmantino.
Recordamos el paso de Unamuno por el Claustro universitario, deteniendo la mirada en aquello hitos importantes de la crónica vital de nuestro protagonista y, consecuentemente, de la Universidad, al ser la historia de esta durante aquellos años, un relato de su propia vida personal.
Consta la exposición de cuatro partes que sustentan el cuerpo de la misma: la primera referida a la actividad docente desarrollada en la Universidad ; la segunda, dedicada a su gestión al frente del Estudio durante los diecinueve años que ocupó el sillón rectoral; la tercera parte se ocupa de los problemas que tuvo en el rectorado; concluyendo el cuarto apartado mostrando los amigos y adversarios que tuvo en el Estudio.
Exposición ilustrativa, sin pretender hacer un compendio doctoral; informativa, para satisfacer la divulgación del argumento que la justifica; cercana a todos los visitantes en los contenidos que la integran; de fácil observación para quienes no deseen profundizar en los aspectos contemplados, y con textos complementarios para los aspirantes a mayor información; cómodo seguimiento en su estructura organizativa, y con rigor histórico, refrendado por los documentos que aporta.
A lomos de tal empeño, hemos rastreado la estela tan noble del caballero, proclamando que su vida fue lucha permanente en defensa de la verdad y la justicia, para hacer del romántico quijotismo norma de conducta, y despertar las conciencias de oyentes y lectores. Moral de quien fue quijotista, nacido lejos de La Mancha y asentado en la conventual Salamanca, claustro y celda del catedrático andante, que tuvo como lema defender la verdad por encima de la paz.
La oposición a la cátedra de Griego, su llegada a Salamanca, las polémicas locales, el nombramiento de rector, los problemas con las facultades Libres y las clínicas, los sucesos de abril de 1903, la salida al autoexilio, su retorno, los sucesivos nombramientos y ceses, el homenaje nacional con motivo de su jubilación y los episodios finales de su vida, son algunos de los temas que el visitante encontrará en la exposición.