La cátedra de euskera

La Diputación provincial de Vizcaya, quiere crear la cátedra de euskera, con el propósito de que no se perdiera la lengua vasca.

El concurso lo ganó Resurrección Mª de Azcue, frente a Unamuno y Sabino Arana, con un total de once votos a tres.

Resurrección Mª Azcue (Lekeitio, 1864–Bilbao, 1951)  estudió teología en Vitoria y Salamanca, y se ordenó sacerdote en 1888, era lingüista y traductor en lengua vasca y castellana, incansable investigador de la cultura de su tierra. Publicó una ortografía del euskera, métodos para aprender la lengua, una importante gramática Euskal Izkindea (1891), creó revistas como Euskalzale Ibaizabal, instauró una escuela vasca en Bilbao, etc. Entre 1904 y 1909 se ausentó de Bilbao y editó su diccionario trilingüe  Diccionario Vasco–Español–Francés, donde recoge el testimonio de documentos antiguos y, sobre todo el directo de numerosos informantes. 

Parece que en las ciudades nunca se hablaba la lengua vasca, solamente en los caserios, con el agravante de que había cuatro dialectos diferentes de esta lengua, haciendo más difícil aún la comunicación entre ellos. 

Unamuno al euskera no le ve porvenir, no le ve futuro y nunca habla bien de esta lengua.

En 1885 Unamuno hizo unas declaraciones sobre la lengua vasca que no gustaron, este hecho pudo influir para que no le dieran la cátedra, también la gran preparación y conocimientos filológicos que tenía Azcue como queda reflejado más arriba, frente a los otros dos candidatos, se puede decir que era el que más sabía. 

Fue una tertulia distendida y amena, en donde hubo discrepancias acerca de si el euskera se habla en la actualidad de manera generalizada, y si su uso está por encima del uso del castellano.