Unamuno y Bilbao.
Vasco “por todos los sesenta y ocho costados -según dijo él mismo- , de casta, de nacimiento, de educación y, sobre todo, de voluntad y afecto».
“De mi Vizcaya, de mí Bilbao, la simiente; de mi Castilla, de mi Salamanca, el fruto”
Además de escritor genial, Unamuno fue catedrático, rector, crítico, filósofo, dibujante, filólogo, políglota, matemático, traductor, naturalista… y según su paisano Baroja vidente y profeta. Baroja no sentía ninguna simpatía por Unamuno y afirmaba de él, que era en todo intransigente, la quintaesencia del egotismo; era español; no había nada como España; vasco, nada como ser vasco; de Bilbao, lo más curioso del mundo era ser de Bilbao; vivía en Salamanca, no había ciudad como Salamanca.
Pero no solo había nacido a la vida en Bilbao, sino que fue en Bilbao donde se forjó su espíritu (lo dice en1919)
“En aquel Bilbao del 2 de mayo de 1874; en aquel Bilbao que había salido de las machinadas y no había entrado en las huelgas; en aquel Bilbao aprendí a anhelar lo inasequible, a tener sed y hambre de lo infinito y de lo eterno; en aquel Bilbao prometí culto a la libertad, a la claridad y a la pureza del espíritu. El Pazagarri me sirvió de ara gigante del sacrificio del alma civil de la historia que jamás se cierra y siempre está acabada”.