El día 27 de noviembre, la asociación de Amigos de Unamuno celebró su última tertulia por este año, bajo el título de “Unamuno y la Guerra Civil” con gran afluencia de público.
Haremos referencia a algunas de las opiniones vertidas en esta tertulia, que no dejan de ser opinión y de la que la asociación no se hace responsable.
En los primeros meses de la guerra civil, ni Unamuno ni nadie sabía lo que iba a durar. La actitud de Unamuno, no es tan rara si tenemos en cuenta a los intelectuales de su generación, como Ortega, Marañón, a excepción de Antonio Machado, que siguió manteniendo su adhesión a la república hasta el final.
Al principio Unamuno era un pequeño burgués al que le asustaba el frente popular por el apoyo que tenía de la Unión Soviética.
Lo que tiene más validez que las entrevistas, son las ideas vertidas en sus manuscritos y cartas, ya que algunas entrevistas son de dudosa fiabilidad. Había un control férreo sobre los periodistas no era fácil que las consiguieran personas que no eran afines al régimen. Algunas entrevistas no pasan por censura, hay en ellas adhesión al movimiento y a Franco, critica a la república y a Azaña y la condena de la barbarie que se estaba cometiendo, en lo que se refiere a los asesinatos.
Nuestro Presidente Francisco Blanco, gran estudioso de la obra y pensamiento de D. Miguel comenta que no entiende su adhesión al golpe militar, ya que Unamuno era un liberal de cuna, heredado de su padre, su madre, su abuela, era antimilitar, anticlerical, demócrata, republicano.
Cómo se adhiere entonces a un golpe militar sin vacilación alguna, qué terremoto interior debía tener Unamuno para que una persona de su perfil, pudiera unirse a los militares. Algo muy importante debió suceder en su interior, en su estado anímico para que a partir de febrero, marzo del 36, vea la necesidad de una intervención militar. Es posible que D. Miguel, esté pasando una crisis propiciada por las causas externas que se están viviendo.
En opinión del filósofo y Luis Andrés Marcos,, Unamuno cambia sentimiento por resentimiento. Del sentimiento trágico de la vida, al Resentimiento trágico de la vida, el último librito de notas que quedó sin publicar, donde pone de manifiesto la situación de España.
Unamuno siente su destino y lo une al destino de España. Se le escapa el símbolo España, siente que España se ha desahuciado, está en guerra, etc.