El 23 de noviembre tuvo lugar en el salón rectoral de la Casa Museo Unamuno la conferencia: Unamuno en Béjar, impartida por el editor de la USAL José Antonio Sánchez Paso. Presentó al ponente Manuel Carlos Palomeque, catedrático de la USAL, quien destacó de Sánchez Paso su amplísima cultura, tanto clásica como moderna y ser además un amante de la poesía, la ficción y el ensayo.
Esta conferencia se gesta siguiendo las huellas de la exposición homónima que en 2019 se inauguró en Béjar de la que Sanchéz Paso fue su comisario y de la que queda un magnífico catálogo.
Las razones de por qué este título de Unamuno en Béjar, nos las fue desgranando a lo largo de su intervención, en la que puso de manifiesto el hecho de que no hay ciudad a la que Unamuno acudiera tanto como a Béjar, cuyo paisaje se le asemejaba al de su Bilbao. En Béjar disfrutaba del paisaje y hacía excursiones, siempre más o menos con los mismos amigos, entre los que destacamos a Luis Caballero Noguerol, director del Adelanto y Marcelino Cagigal, con ambos aparece en dos fotografías fechadas la primera en octubre de 1902, y la otra de julio de 1904.
Era costumbre que Unamuno inaugurara el curso en la Escuela Superior de Industria lo hizo desde 1903 hasta 1913. En sus discursos defendía que los hijos de los obreros y los de los patrones estudiaran juntos, con el fin de crear cohesión social. También medió en huelgas importantes que se dieron en el sector textil 1903-1904 y en otras como la de 1908.
Unamuno también se vincula con la ciudad de Béjar por la existencia del movimiento obrero, en el Casino obrero de Béjar dio media docena de conferencias.
En 1931 da un mitin en la Plaza Mayor de Béjar en el que intervino el alcalde socialista de la ciudad, que acabaría fusilado, también acudieron el alcalde de Salamanca y Filiberto Villalobos.
Para D. Miguel Béjar era un lugar recurrente al que acudir. Habla de Credos, Peña de Francia, los veranos en Becedas, Candelario y el Castañar, donde disfrutaría los veranos de la compañía de sus amigos Cañizo y Filiberto Villalobos.
Parece que Unamuno nunca escribió un poema a Béjar, pero sí le dedicó un Elogio a Béjar publicado en Cultura y tolerancia, el 1 de enero de 1912, en donde dejó su sentir afectuoso por esta ciudad:
“Y así cuando se haya olvidado tanto y tanto como he ido (a Béjar), por mi parte, dando a ser ese ser abstracto que llaman público, perduren acaso los afectos, transmitidos de hombre vivo a hombre vivo, de unas palabras calientes que acompañadas de una mirada de hermandad metí un día, al borde del camino de la vida, en el alma de un compañero de peregrinación por ella”.
Os dejamos la presentación cedida por José Antonio Sánchez Paso para todos aquellos interesados en verla.