Os dejamos junto a las fotos, algunas pinceladas de lo que fue la conferencia de Félix Maraña Sánchez, escritor y periodista, que impartió la conferencia: «Unamuno en Hendaya» (1925-1930).

Hendaya fue el lugar elegido por D. Miguel para pasar su exilio definitivo, antes había estado unos meses en Fuerteventura por orden del directorio militar de Primo de Rivera, en 1924 y en París.
En Hendaya se sentía muy cerca de España y podían ir a visitarle con frecuencia familiares y amigos. Allí mantuvo una relación de amistad con diferentes intelectuales como Eduardo Ortega y Gasset, con quien escribía en las revistas clandestinas:»Hojas libres» y «España con honra» , hasta este lugar se acercaron artistas como el escultor Victorio Macho, quien le realizó un busto, conocido por todos, para el que utilizó tierra vasca, traída del otro lado del Bidasoa o el pintor Echeverría, quien le realizó varios retratos.
El exilio de Unamuno fue muy productivo y beneficioso para su obra intelectual. Sin el destierro de Unamuno, sin su actitud de resistencia, frente a todo y frente a todos, hoy no conoceríamos una parte fundamental de su obra poética y de pensamiento, como «De Fuerteventura a París», «La agonía del Cristianismo»,  «Romancero del destierro»,  «Cómo se hace una novela» o su «Cancionero», escritos en ese trayecto, libros que explican tanto su condición agónica, su decisión civil, su empeño moral, como su nervio intelectual en el último trecho de su vida, así como artículos, ensayos y otros textos.
A su vuelta del exilio, tuvo un gran recibimiento por parte de los salmantinos, por ser un hombre comprometido con los ideales del pueblo.
Desde el balcón de su casa de Bordadores y rodeado de los suyos, saludó al pueblo y les regaló unas palabras: «Vuelvo no con mi libertad, que de nada vale, sino con la vuestra…»

Print Friendly, PDF & Email