Ruta de Unamuno en Portugal.

Ruta de Unamuno en Portugal.

Unamuno visitó Portugal en repetidas ocasiones. El hecho de haber sido nombrado miembro del Consejo de Administración de la empresa del Ferrocarril Salamanca – Oporto le proporcionó la ocasión de viajar gratis, a él y a su familia, y lo aprovechó viajando a veces sólo y otras acompañado a diversas localidades. Eso, además de los viajes obligados a Oporto debido a sus obligaciones como consejero de la empresa de los ferrocarriles.

Cultivó la amistad de los más importantes literatos portugueses de la época: Eugenio de Castro, Guerra Junqueiro, Teixeira de Pascoaes, Antero de Quental, Manuel Laranjeira, Fernando Pessoa…

Nos recuerda Agustín Remesal, como en su libro: “Por tierras de Portugal. Un viaje con Unamuno”, el conocimiento de Unamuno tenía de Portugal y de sus escritores y lo mucho que disfrutaba don Miguel de los paisajes, la arquitectura y la historia común de Portugal y España.

Unamuno admiraba a todos sus amigos portugueses y fomentó un nexo de unión entre la literatura española y la portuguesa (Iberísmo), sobre todo con la publicación, en 1911, de su obra “Por tierras de España y Portugal”.

En su “mapa” de visitas quedarían señalas las localidades de: Barca d’Alva, Amarante, Braga, Oporto, Espinho, Aveiro, Viseu, Guarda, Busaco, Coimbra, Figueira de Foz, Alcabaça y Lisboa.

Tertulia Unamuniana: Los homenajes a Unamuno en Bordadores

Los homenajes a Unamuno en Bordadores.

 Desde que el entonces alcalde Jesús Málaga Guerrero, iniciase la costumbre de homenajear al escritor cada 31 de diciembre, afirmando que: «supo entrar de lleno en el alma de los salmantinos» y recordando que don Miguel fue uno de los «pocos contemporáneos, salmantino de adopción del siglo XX, que ha logrado subir al pódium de la Plaza Mayor», se ha continuado la costumbre del homenaje anual.

La Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca, desde su constitución en 2014, ha tenido el placer y el honor de haber podido colaborar en ellos, de manera muy destacada en algunos casos.

Unamuno en Hendaya. La familia en Hendaya

Unamuno en Hendaya. La familia en Hendaya.

Luis Miguel Santos Unamuno, bisnieto de Unamuno, nos hace un descripción cercana e intimista de las vicisitudes de una familia separada por la circunstancia del destierro, primero obligado y posteriormente voluntario, de don Miguel de Unamuno.

Aunque la familia pasa algún tiempo con él más allá de la frontera, lo cierto es que este período se convirtió en un continuo ir y venir de los familiares para reunirse con don Miguel.

No solo don Miguel practicaba la «epistolomanía», doña Concha y sus hijos e hijas, además de escribir y contestar a lo recibido, hacían transcripciones de las recibidas personalmente para hacerlas llegar al resto de la familia.

 

Unamuno en Hendaya. Amigos en Hendaya y visitantes

Unamuno en Hendaya. Amigos en Hendaya y visitantes.

A pesar de que hemos oído muchas veces que Unamuno era un hombre de carácter difícil, de pocos amigos, de difícil trato, lo cierto es que durante su larga estancia en Hendaya don Miguel recibió múltiples visitas de familiares y amigos. 

Unamuno lo que realmente disfrutaba era de «la soledad», así lo escribió en múltiples ocasiones pero, eso sí, era una soledad buscada y deseada. Lo cierto es que nunca le faltaron amigos y acompañantes y durante su período de destierro le visitaron intelectuales, artistas, periodistas, curiosos, familia, sin faltar algunos políticos e, incluso, agentes del orden.

 

 

Unamuno en Hendaya. Vida cotidiana en la frontera

Unamuno en Hendaya. Vida cotidiana en la frontera

Unamuno, en su estancia en el destierro, no tuvo una vida nada parecida a la que llevaba en Salamanca. En Hendaya recibe visitas pero no tiene familia a la que atender. En Salamanca desarrollaba distintas actividades y «cargos» que le ocupaban mucho tiempo. Dispone de mucho tiempo, lo aprovecha para cerrar varios de sus libros y comienza su gran obra poética, en extensión y compromiso, «El cancionero». En cuanto a su actividad como publicista en prensa se propone «no escribir nada en España» mientras dure la dictadura; no lo cumplirá del todo y, así, en «La Voz de Guipúzcoa» aparecerán varios escritos suyos, unos bajo pseudónimo y otros sin firma, (Hasta que Martínez Anido interviene o obliga al periódico a dejar de publicarlo). Lo compensaría ampliamente con innumerables artículos en prensa extranjera, sobre todo en la americana.

Eso sí, a través de «Hojas libres» y «Caras y Caretas», no cesará en su empeño de criticar duramente a la dictadura.

Conocida es su «epistolomanía» que allí practicó sin reservas. Escribe 311 cartas, de las cuales 121 son a la familia y el resto a otros amigos y colaboradores.

También fue muy aficionado como él mismo declaró a llevar diarios y como tal se pueden presentar varias de sus obras.