Unamuno y Eduardo Ortega y Gasset. Del exilio a la República

Unamuno y Eduardo Ortega y Gasset. Del exilio a la República.

(Carlos Sánchez Tárrago. Historiador)

Eduardo Ortega y Gasset, el gran desconocido, un hombre que puso en alto antes que nada su amor y su lealtad a su tierra natal su España querida donde yacía su alma, un hombre que nació con la dignidad, la justicia y la honestidad en sus huesos.

Una de sus nietas escribe sobre él: “El abuelo tuvo la suerte de ser el hermano mayor del gran filósofo José y su gran protector y admirador, pero también esta relación cercana fue una especie de adversidad, si se puede decir, porque la atención que se merecía él también se concentró sobre su hermano José, eclipsando los acontecimientos del abuelo. Pero el abuelo profesó gran amor por su hermano toda la vida, otro ser brillante como él, alabándolo generosamente, él nunca sintió ni envidia ni en rabia por el crudo olvido de parte de su patria, el abuelo llevaba a su familia su corazón nunca dejó de preocuparse por todos nosotros, pero también por sus hermanos: José, Manolo y Rafaela.

Nació en Madrid en 1882 y murió en Caracas en febrero de 1965. Gobernador civil de Madrid, elegido diputado a las Cortes Constituyentes por Ciudad Real. Nombrado fiscal general de la República. Encarcelado durante la dictadura de Primo de Rivera, fue desterrado y, sobreseída la causa, marchó voluntariamente al exilio a Francia. Allí, en Hendaya, dirigió desde diciembre de 1928, junto con Miguel de Unamuno, la publicación clandestina “Hojas Libres”, contraria a la dictadura y a la monarquía de Alfonso XIII.

Tertulia Unamuniana: Pensamiento de Unamuno condensado en frases

Pensamiento de Unamuno condensado en frases.

Unamuno fue un gran escritor cuyas palabras y obras inspiraron y siguen inspirando a artistas y pensadores. Un ejemplo famoso fueron las palabras del 12-10-36: “Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir…”.

En realidad, parece que lo que Unamuno dijo fue:

Vencer no es convencer y hay que convencer, sobre todo y no puede convencer el odio a la inteligencia que es crítica y diferenciadora, inquisitiva, más no de inquisición” (Severiano Delgado).

Recordar otras palabras escritas como:

Pues sí, soy español, español de nacimiento, de educación, de cuerpo, de espíritu, de lengua y hasta de profesión y oficio; español sobre todo y ante todo y el españolismo es mi religión”. (Niebla).

O aquello de:

La libertad no es un estado, sino un proceso; solo el que sabe es libre, y más libre el que más sabe. Solo la cultura da libertad”.

Unamuno y el cine.

Unamuno y el cine.

Javier Tolentino, director de cine, guionista, crítico de cine, escritor, periodista… que dirige, desde hace más de veinte años, el mítico programa radiofónico «El séptimo vicio» de Radio 3, nos hace un repaso, desde el prisma de la experiencia, de la relación de Unamuno con el cine (a quién parecía no gustarle demasiado) y del cine con Unamuno.

Nos recuerda que se han hecho varias adaptaciones de obras de don Miguel, desde la magistral “La tía Tula” pasando por alguna adaptación americana de «Nivola» (aún sin citarla), hasta las recientes películas de  Menchón, que cuestiona Tolentino, sobre el destierro canario, y la exitosa película de Amenábar “Mientras dure la guerra”.

Lleno total en el Salón Rectoral de la Casa Museo Unamuno.

Unamuno: Intrahistoria del viaje a Canarias en 1910

Unamuno: Intrahistoria del viaje a Canarias en 1910.

Definía Unamuno Intrahistoria como «La historia de la vida silenciosa de los sin historia». Elena nos presenta la Intrahistoria refiriéndose a las circunstancias y los hechos que propiciaron que Unamuno acometiera su primer viaje a la isla de Gran Canaria.

Nos introduce en: Los antecedentes del viaje y qué personas influyeron en la realización del mismo. Ha seguido con la cronología de las actividades más destacadas de Unamuno en la isla durante su estancia. Luego trató la relación epistolar con sus amigos, tras el viaje, para finalizar con los recuerdos y experiencias que Canarias dejó en Unamuno.

Se analiza la correspondencia con Domingo Doreste, Salvador Pérez, Luis Millares y Alonso Quesada. Domingo Doreste (Fray Lesco) y Salvador Pérez ya tuvieron un intercambio de misivas con Unamuno antes de que éste visitara la isla. Es Salvador Pérez (presidente de la Sociedad del Recreo), el que propone a Unamuno ser el mantenedor de los «Juegos Florales» que se iban a celebrar en la ciudad de Las Palmas y quien organiza el viaje,

Llega Unamuno a la isla el 23 de junio y parte de ella el 19 de julio después de múltiples actividades, entre las que destacan: El discurso de los Juegos Florales , el 25 de junio, en el Teatro Pérez Galdós; la excursión por el interior de la isla visitando: Teror, Tejeda, Artenara y Los Tilos; El discurso de «La patria» junto a Franchy Roca y Guerra del Río, el 5 de julio; el 17 de julio participa en un recital poético y la lectura de «La venda» en el Teatro Pérez Galdós.

Regresado a Salamanca, mantiene correspondencia con Luis Millares y Alonso Quesada con quienes estableció una fuerte amistad y admiración mutua durante su estancia en Canarias.

 

Tertulia Unamuniana: Unamuno en Madrid

Unamuno en Madrid

En septiembre de 1880 llega a Madrid el joven Miguel de Unamuno, sin haber cumplido aún los dieciséis años, para incorporarse a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central.

Como otros muchos estudiantes se instala en una humilde pensión en el centro «La casa Astrarena». Luego se irá cambiando buscando algo más cómodo en una ciudad que no le parecía, en absoluto, acogedora. Así lo refleja: «una ciudad triste y sola, sucia, deprimente y trasnochadora».

En su primer curso universitario encuentra un «maestro» en Marcelino Menéndez Pelayo, que, curiosamente, será el único que no le califique con sobresaliente.

Con el tiempo, las carencias de la enseñanza universitaria, el espíritu cerrado y obtuso de algunos catedráticos le llevan a refugiarse en el Ateneo.