Tertulia Unamuniana: La escultura de Pablo Serrano

La escultura de Pablo Serrano.

Pablo Serrano Aguilar (Crivillén, Teruel, 10 de febrero de 1908 – Madrid, 26 de noviembre de 1985) fue un escultor español. Es considerado uno de los artistas españoles más importantes del siglo XX.

Inició su carrera en Sudamérica y regresó a España en 1955. Cofundó el Grupo El Paso junto a artistas como Manuel Millares, Antonio Saura, Rafael Canogar y Juana Francés, entre otros muchos, fue un gran impulsor del arte de vanguardia en la península.

Fue el elegido para realizar la escultura de Miguel de Unamuno que podemos disfrutar en la calle Bordadores (En la Plaza de las Úrsulas y frente a la casa donde vivió la familia Unamuno), no sin cierta polémica y con vicisitudes varias por motivos económicos y, ¿cómo no?, políticos.

La escultura, en bronce sobre un pedestal de granito que Serrano plantea como una imagen que, envuelta en la toga rectoral, «nace y crece desde la tierra misma o prendida a ella», una imagen que se construye mediante la yuxtaposición de volúmenes abstractos, cóncavos y convexos, que crean un gran volumen del que surge el rostro, con gesto de angustia, de Unamuno.

 

Ruta de Unamuno en Portugal.

Ruta de Unamuno en Portugal.

Unamuno visitó Portugal en repetidas ocasiones. El hecho de haber sido nombrado miembro del Consejo de Administración de la empresa del Ferrocarril Salamanca – Oporto le proporcionó la ocasión de viajar gratis, a él y a su familia, y lo aprovechó viajando a veces sólo y otras acompañado a diversas localidades. Eso, además de los viajes obligados a Oporto debido a sus obligaciones como consejero de la empresa de los ferrocarriles.

Cultivó la amistad de los más importantes literatos portugueses de la época: Eugenio de Castro, Guerra Junqueiro, Teixeira de Pascoaes, Antero de Quental, Manuel Laranjeira, Fernando Pessoa…

Nos recuerda Agustín Remesal, como en su libro: “Por tierras de Portugal. Un viaje con Unamuno”, el conocimiento de Unamuno tenía de Portugal y de sus escritores y lo mucho que disfrutaba don Miguel de los paisajes, la arquitectura y la historia común de Portugal y España.

Unamuno admiraba a todos sus amigos portugueses y fomentó un nexo de unión entre la literatura española y la portuguesa (Iberísmo), sobre todo con la publicación, en 1911, de su obra “Por tierras de España y Portugal”.

En su “mapa” de visitas quedarían señalas las localidades de: Barca d’Alva, Amarante, Braga, Oporto, Espinho, Aveiro, Viseu, Guarda, Busaco, Coimbra, Figueira de Foz, Alcabaça y Lisboa.

Tertulia Unamuniana: Los homenajes a Unamuno en Bordadores

Los homenajes a Unamuno en Bordadores.

 Desde que el entonces alcalde Jesús Málaga Guerrero, iniciase la costumbre de homenajear al escritor cada 31 de diciembre, afirmando que: «supo entrar de lleno en el alma de los salmantinos» y recordando que don Miguel fue uno de los «pocos contemporáneos, salmantino de adopción del siglo XX, que ha logrado subir al pódium de la Plaza Mayor», se ha continuado la costumbre del homenaje anual.

La Asociación Amigos de Unamuno en Salamanca, desde su constitución en 2014, ha tenido el placer y el honor de haber podido colaborar en ellos, de manera muy destacada en algunos casos.

Unamuno en Hendaya. La familia en Hendaya

Unamuno en Hendaya. La familia en Hendaya.

Luis Miguel Santos Unamuno, bisnieto de Unamuno, nos hace un descripción cercana e intimista de las vicisitudes de una familia separada por la circunstancia del destierro, primero obligado y posteriormente voluntario, de don Miguel de Unamuno.

Aunque la familia pasa algún tiempo con él más allá de la frontera, lo cierto es que este período se convirtió en un continuo ir y venir de los familiares para reunirse con don Miguel.

No solo don Miguel practicaba la «epistolomanía», doña Concha y sus hijos e hijas, además de escribir y contestar a lo recibido, hacían transcripciones de las recibidas personalmente para hacerlas llegar al resto de la familia.

 

Unamuno en Hendaya. Amigos en Hendaya y visitantes

Unamuno en Hendaya. Amigos en Hendaya y visitantes.

A pesar de que hemos oído muchas veces que Unamuno era un hombre de carácter difícil, de pocos amigos, de difícil trato, lo cierto es que durante su larga estancia en Hendaya don Miguel recibió múltiples visitas de familiares y amigos. 

Unamuno lo que realmente disfrutaba era de «la soledad», así lo escribió en múltiples ocasiones pero, eso sí, era una soledad buscada y deseada. Lo cierto es que nunca le faltaron amigos y acompañantes y durante su período de destierro le visitaron intelectuales, artistas, periodistas, curiosos, familia, sin faltar algunos políticos e, incluso, agentes del orden.