Unamuno en Hendaya. Vida cotidiana en la frontera

Unamuno en Hendaya. Vida cotidiana en la frontera

Unamuno, en su estancia en el destierro, no tuvo una vida nada parecida a la que llevaba en Salamanca. En Hendaya recibe visitas pero no tiene familia a la que atender. En Salamanca desarrollaba distintas actividades y «cargos» que le ocupaban mucho tiempo. Dispone de mucho tiempo, lo aprovecha para cerrar varios de sus libros y comienza su gran obra poética, en extensión y compromiso, «El cancionero». En cuanto a su actividad como publicista en prensa se propone «no escribir nada en España» mientras dure la dictadura; no lo cumplirá del todo y, así, en «La Voz de Guipúzcoa» aparecerán varios escritos suyos, unos bajo pseudónimo y otros sin firma, (Hasta que Martínez Anido interviene o obliga al periódico a dejar de publicarlo). Lo compensaría ampliamente con innumerables artículos en prensa extranjera, sobre todo en la americana.

Eso sí, a través de «Hojas libres» y «Caras y Caretas», no cesará en su empeño de criticar duramente a la dictadura.

Conocida es su «epistolomanía» que allí practicó sin reservas. Escribe 311 cartas, de las cuales 121 son a la familia y el resto a otros amigos y colaboradores.

También fue muy aficionado como él mismo declaró a llevar diarios y como tal se pueden presentar varias de sus obras.

 

 

Los dibujos de Unamuno.

Los dibujos de Unamuno.

El pintor y profesor de la Universidad de Salamanca Miguel Elías Sánchez Sánchez nos ha dado una verdadera lección de unamunismo.

Nos comenta el ponente: “Una de mis manías es hacer un retrato de Unamuno cada última noche de año.

A Unamuno le interesa el dibujo, pero le interesa porque el dibujo es pensamiento. El dibujo te sitúa en un estadio en el cual tienes que pararte, observar, mirar, posicionarte y, de alguna manera, empezar a hacer esa práctica, que consiste, ni más ni menos, que ajustar mente, cerebro y mano… y si esto no se hace en una concentración absoluta nunca vas a lograr hacer lo que deseas. El dibujo une cuerpo y mente en un acto.

En realidad, Unamuno, no dibujaba para los demás, sus dibujos le interesaban a él, representaban “Mis ideas conmigo mismo”.

El dibujo es un documento autobiográfico, representa un momento único de nuestra vida.

El dibujo representa también una prueba de amor a aquellos a los cuales se mira. Los dibujos familiares de Unamuno muestran su amor por su familia. Hay dibujos de sus hijos, durmiendo, que son una verdadera caricia. Sensaciones que no tienen explicación, no encontramos palabras para expresarlas sólo a través de conceptos que, a veces, se quedan cortos para expresar lo que sentimos… y para eso existe el dibujo.

José María Quiroga Pla, el querido yerno de Unamuno.

José María Quiroga Pla, el querido yerno de Unamuno.

Don José María Quiroga Ruiz, médico y bisnieto de Unamuno, nos hace un recorrido por la vida y obra de su abuelo José Mª Quiroga Pla.

José María Quiroga Plá nació en Madrid  en 1902, con ascendencia gallega por parte de padre y valenciana por parte de madre. Sus inicios como poeta se ligan al ultraísmo. Colaboró en las revistas: Carmen, Verso y Prosa, Meseta, Los Cuatro Vientos, Litoral, Mediodía y Héroe. Estuvo vinculado a los autores de la Generación del 27 pero no fue incluido en la Antología de la Generación del 27 preparada por Gerardo Diego porque no tenía publicado ningún volumen individualmente aunque colaboró en el número especial de la revista Litoral con motivo del homenaje a Luis de Góngora. Fue íntimo amigo de Pedro Salinas y junto a él participó en el proyecto de la traducción de «El tiempo perdido» de Marcel Proust.

Con 26 años contrajo matrimonio con Salomé Unamuno, hija de Miguel de Unamuno, del que fue secretario al egreso del exilio en 1930. De esta unión nació Miguel Quiroga Unamuno.

Durante la Segunda República Española desempeñó diversos cargos. En 1939 se vio obligado a marchar al exilio a Suiza.

Su obra poética aparece recogida en los volúmenes Morir al día (1946) y La realidad reflejada (1955). Otro libro, Valses de la memoria, que dejó preparado antes de su muerte y que debía llegar a Méjico, a Max Aub, para su publicación, nunca llegó a su destino y permanece inédito por tanto.

Unamuno y Maragall

Unamuno y Maragall.

Luciano de Dios Villanueva, Vocal de Relaciones Locales de la Asociación, nos rememora la amistad y colaboración entre Unamuno y Joan Maragall.

Unamuno y Joan Maragall estuvieron unidos durante años «por la poesía». Solo se encontraron personalmente en una ocasión en 1906 a raíz de que Unamuno se desplazase a Barcelona para impartir unas conferencias, pero cultivaron una intensa relación y profunda amistad a través de sus cartas. Tras conocerse, enseguida circuló entre ellos una cálida corriente amistosa que se alimentó de sensibilidad, de espiritualidad y del ascua y la llama del amor a la patria común.

Maragall, considerado uno de los padres de la poesía catalana modernista, defensor de la espontaneidad y de la búsqueda de la simplicidad, que llegó a desarrollar en su teoría de «la palabra viva», con la que creó escuela. Hizo de su obra poética su vertiente literaria más conocida aunque también destaca su producción en prosa con más de cuatrocientos textos entre artículos, ensayos, discurso, biografías y prólogos. Trabajó también como periodista en el Diario de Barcelona y la Voz de Cataluña.

A pesar de la distancia física, Maragall se ofreció sin dudar a recoger en su casa a Fernando, el hijo mayor de Unamuno, cuando esté decidió estudiar arquitectura, sin tener en cuente que él ya contaba con trece hijos…

Joan Maragall falleció en 1911 (con 51 años), y Unamuno mostró en sus escritos la profunda tristeza y hondo pesar que sintió ante la falta de su amigo.

Unamuno traductor: Luces y sombras

Unamuno traductor: Luces y sombras.

Don Julio César Santoyo, Catedrático emérito de la Universidad de Léon, nos hace un recorrido por la faceta de Unamuno como traductor, algo bastante desconocido para el gran público.

Unamuno fue, no obstante, un traductor muy prolífico del ingles y alemán, además de traductor ocasional del danés, noruego, latín, griego, catalán, italiano y portugués. También hay que mencionar el extraño caso de auto traducción del francés de su obra “Cómo se hace una novela”.

Rara vez se refirió Unamuno a esta actividad, cabe mencionar un artículo en que si lo hace “Un forjador de cultura” publicado en La España Moderna y referido a su amigo y editor Lázaro Galdiano.

Resulta muy difícil seguir el catálogo de sus traducciones. El profesor Santoyo ha recopilado la mayor parte de ellas y ha contabilizado un total de 7.362 páginas impresas.

Analizando toda esta producción y teniendo en cuenta que parte de ella se hizo con cierta premura, es lógico encontrar errores de traducción y de interpretación. El propio Unamuno fue consciente de ello y así lo afirmó en alguna ocasión.

Unamuno ante los sucesos de 1903

Unamuno ante los sucesos de 1903.

Luis Gutiérrez Barrio, Presidente de la Asociación nos ha hecho un recorrido por los trágicos sucesos acaecidos en abril de 1903 en los que perdieron la vida dos estudiantes de la Universidad de Salamanca por disparos de la guardia civil.

Un incidente, nímio, entre dos estudiantes les llevó a ser detenidos por la fuerza pública y llevados a comisaría. El comportamiento nada adecuado del comisario provocó algunas protestas estudiantiles, que en parte fueron aplacadas por Unamuno, pero que debido a la actitud poco colaborativa de unos y otros derivaron en varias algaradas y «cargas» de las fuerzas del orden.

En la mañana del 2 de abril, la guardia civil, apostada en las escaleras de la catedral, dispara a través de las ventanas de la planta superior de la Universidad hiriendo de muerte a un estudiante que se encontraba tras una de ellas. Poco más tarde otros estudiantes resultarían heridos, y uno de ellos muerto, en el Patio de las Escuelas Menores, donde las fuerzas del orden penetraron a caballo, sable en mano y disparando.