Unamuno el fascismo y los falangistas

Os invitamos a ver la Mesa-Debate:”Unamuno el fascismo y los falangistas” en la que participaron:

  • El Catedrático e Historiador, Raimundo Cuesta Fernández que debatió sobre ”Unamuno, un intelectual público frente al fascismo”
  • Francisco Blanco Prieto, Presidente de Honor de la asociación sobre “La jornada del 10 de febrero de 1935”
  • Ángel Lozano Heras, profesor titular jubilado de la USAL, sobre “Los falangistas ante la muerte de Unamuno”.

Esta Mesa-Debate tuvo lugar en el Centro Documental de la Memoria el día 9 de noviembre

Unamuno filósofo en los años de su juventud

Os dejamos unas breves notas de la conferencia y os invitamos a verla al completo en la grabación de la misma en nuestra web.
Unamuno filósofo en sus años de juventud, ese es el título de la conferencia, impartida por Carlos Javier González Serrano en la Casa de Las Conchas.
Son muchos los que se preguntan si se puede hablar de Unamuno filósofo. En sus años de juventud Miguel de Unamuno era un devorador de libros y se definía como pensador en formación.
Cita nuestro conferenciante la obra de Unamuno, Nuevo mundo que se puede definir como una novela fuerte y áspera, que constituye una profesión de fe de un especial anarquismo, trascendental, filosófico, al que Unamuno se acercó a través de Nietzsche, Bruno Willer, Stirner… y que es también un alegato contra todo dogmatismo.
Unamuno se plantea temas como el ansia de eternidad, la metafísica del instante, del acontecimiento, busca un presente que no se le escape de las manos, y la muerte de Dios planteada por Nietzche, la muerte metafísica, para Unamuno, Dios en forma de anhelo vive en nosotros. Cómo vamos a seguir, perseverar, si sabemos que vamos a morir, lo único que nos puede acercar al conocimiento de Dios es la fe. Para D. Miguel, existir es obrar, es actuar. Todo está en ese punto de nacer. Somos el lugar que piensa y el lugar que actúa.
El joven Unamuno hasta los treinta años es un Unamuno agónico, desde el punto de vista griego (la lucha del guerrero que se pone en el espacio público para enfrentarse con el otro). Filosofía como pensar en la muerte. La esperanza en el más allá dulcifica las tinieblas.
Unamuno no redactó libros estrictamente filosóficos, aunque escribió Del sentimiento trágico de la vida, por ejemplo.
En sus Cuadernos de juventud su preocupación fue el hombre de carne y hueso. Con 18 años habla de la dicotomía tiempo y eternidad y llega a decir que el porvenir es un abismo tan profundo que no tiene fondo. Somos lo que nos pasa en el tiempo. Si la soledad te entristece sumérgete en tí mismo. Busca dentro de tí lo que se ha perdido por el camino.
Llega a decir: no me aterra la muerte, pero me gustaría seguir viviendo. El cuerpo es lo más grotesco y el espíritu es lo más sublime que quiere trascender. Jamás encontramos la unidad hasta la muerte. La pluralidad mora en el seno del yo. La vida duele, y el dolor aguijonea al hombre y lo hace caminar. El hombre viene de la nada y va a Dios.
Con 16 años dirá Unamuno: «Dulces ilusiones mías cuándo moriréis, yo quiero morir después de vosotras”.
Unamuno al final de su vida tiene un problema existencial y llega a la conclusión de que no ha servido de nada racionalizar todo y dice: cuando llego al final de mi vida todo me sabe a decepción.
Así es el Unamuno de 1935- 1936 y se pregunta: ¿ha servido todo para algo, qué sentido tiene mi vida?  Sin embargo él siempre se catapulta a un querer ser para siempre: Yo me quiero eternizar, mi cuerpo es finito pero yo quiero ser inmortal.

Unamuno y Pidal

El pasado jueves 5 de octubre, tuvo lugar en el Salón Rectoral de la Casa Museo Unamuno de Salamanca, la conferencia: «Unamuno y Pidal» impartida por el catedrático de la Universidad de A Coruña, José Ignacio Pérez Pascual, que hizo un recorrido por la relación entre los dos intelectuales desde el inicial desencuentro entre ellos a la amistad.
Pérez Pascual, atesora numerosos reconocimientos, su labor se ha centrado en proyectos como investigador, abarcando los campos de la Historia de la Lengua, la lexicografía, la historiografía linguística y la crítica textual.
Es de destacar también sus numerosas publicaciones como: Ramón Méndez Pidal: ciencia y pasión, 1998, entre otras muchas.
Como editor científico citaremos el volumen: Lengua de la ciencia e historiografía, A Coruña, Universidad de A Coruña 2016, con C. Garriga.
Tiene publicado un artículo en Cuadernos de la Cátedra Miguel de Unamuno de la Universidad de Salamanca, volumen 32, 1997, donde se pone de manifiesto la relación entre Unamuno y Pidal hasta 1910, con especial atención a sus distintas actitudes ante la investigación filológica y el trabajo en equipo.

Desde la Asociación queremos dar las gracias a la Casa Museo Unamuno y en especial a su directora Ana Chaguaceda, por la acogida.

La relación entre José González Castro, Crotontilo, y Miguel de Unamuno – Homenaje 29 de septiembre

El 29 de septiembre es un día grande para la Asociación Amigos de Unamuno, pues conmemoramos además de la onomástica de D. Miguel, el día de su jubilación. 

Lo celebramos en el Aula Magna de la facultad de Filología, con la conferencia impartida por el catedrático emérito de la USAL, Manuel C. Palomeque.

A continuación se celebró la Ofrenda Floral a D. Miguel, ante el busto de Victorio Macho. Este año, dicho honor correspondió a Enrique Cabero, Presidente del CES. 

El acto terminó con la intervención del coro Salinas que interpretó el Gaudeamus Igitur en las escaleras de la facultad, poniendo el broche de oro musical fin al acto. 

Gracias a todas las personas que se unen cada año para hacer este homenaje a Unamuno, la figura del gran intelectual cuya vida, obra y pensamiento rige nuestra asociación. 

Celebración del 29 de Septiembre en homenaje a Miguel de Unamuno – 2023

 

Comida de hermandad – Celebración del 29 de Septiembre

 

La enfermedad de Raimundín

El jueves 14 de septiembre, tuvo lugar, en el Centro Documental de la Memoria Histórica, la conferencia titulada “La enfermedad de Raimundín”. Fue impartida por Juan José Zarranz-Imirizaldu, Catedrático emérito de la Universidad del País Vasco, prestigioso neurólogo, quien nos descubrió desde el punto de vista de su especialidad, las características de la enfermedad del hijo de D. Miguel, diagnosticada como hidrocefalia.

Juan José Zarranz, ha estudiado la enfermedad de Raimundín, a través de los dibujos y poemas que Unamuno dedicó a su hijo, llegando a la conclusión de que la observación del padre y sus explicaciones acerca de cómo iba evolucionando el hijo, aportan un diagnóstico certero de la enfermedad que padecía el niño y que se hace extensivo a todos los enfermos de esa misma dolencia.

Los biógrafos de Unamuno, nunca se habían adentrado en los detalles de la enfermedad, como lo ha hecho Juan Jośe Zarranz, desde el punto de vista del rigor científico, que lo acredita como neurólogo que ha tratado muchos casos como el del hijo de D. Miguel, que afortunadamente hoy no llegan al fatal desenlace al que llegó Raimundín. El hijo por el que Unamuno sintió gran debilidad, arrancándole versos desde lo más profundo de su alma.

Fotos Daniel Álvarez y Elena Díaz

El autor y su obra

El doctor en filosofía Eugenio Luján Palma, dio una conferencia para la Asociación de Amigos de Unamuno, titulada “Serie El autor y su obra”, donde quiso poner de manifiesto y defender la unidad de sentido en toda la obra de D. Miguel.

La génesis de su pensamiento la encontramos desde muy temprana edad, a los quince años en Madrid, donde reivindicaba el fuerismo, que después abandonaría por las ideas liberales. Unamuno tiraba de ciencia y los fueristas de ideología. A su vuelta a Bilbao sufrió presión por este cambio ideológico experimentado en él.

El libro El Derecho y la fuerza representa uno de los escritos más importantes de su época de juventud.

Los conceptos e ideales fundamentales en la obra de Unamuno están en sus primeras producciones, estas se van proyectando en función de las circunstancias históricas, sociales y culturales que le van tocando vivir .

Unamuno mantiene un sentimiento trágico de la vida, la vida es lucha, lucha por no morir, por inmortalizarnos. El individuo se constituye en la lucha. No se puede separar el liberalismo de Unamuno de su pensamiento. Somos seres que buscamos la pervivencia, el otro también quiere pervivir, y lo hacemos por medio de la palabra.

En 1900 con treinta y seis años, sigue sin moverse de sus ideales liberales, la fe está unida al ideal. Nunca conseguiremos una sociedad perfecta, Cristo es el ideal que hay que perseguir.

En el Sentimiento trágico de la vida, sufrió pasión y muerte el único Hombre, el Hijo de Dios, que es un Dios terrenal no celestial, Cristo modelo de acción de fe viva. Antes que razón es voluntad.

El concepto de Dios en Unamuno no tiene nada que ver con la religión, sino con el liberalismo.

Estas son unas pinceladas de la reivindicación que Luján Palma traza sobre la unidad de sentido que hilvana la obra de Unamuno, desde En torno al casticismo, Vida de D. Quijote y Sancho, El sentimiento trágico de la vida, La Agonía del Cristianismo hasta S. Manuel Bueno Mártir.

Os invitamos a ver la grabación de la conferencia.