Tertulia Unamuniana: Epistolomanía Unamuniana
En esta ocasión se habló del importantísimo valor de las cartas de Unamuno, recopiladas en su Casa Museo que cuenta con unas 20.000.
Muchas cartas siguen aún en archivos particulares, por lo que , pensamos que seguirán saliendo a la luz, cartas inéditas de D. Miguel.
Los destinatarios de sus misivas eran variados, desde intelectuales de la época, políticos, etc, hasta personas que le escribían para pedirle su opinión, en tal o cual asunto, mujeres que entre otras cosas, le pedían que ayudase a sus hijos, para que pudieran realizar sus estudios, o que intercediera por la suerte de sus maridos encarcelados por el régimen. Recordemos la carta por ejemplo de Enriqueta Carbonell, donde le pide interceda por su marido, el pastor protestante, Atilano Coco.
Unamuno solía contestar las cartas una por una, a veces, ante la imposibilidad de contestar, lo hacía expresando su opinión en algún artículo de prensa.
El valor de su legado epistolar es incalculable .No hay otro igual en España.
«En sus cartas, es donde se conoce al verdadero Unamuno», opinión de muchos intelectuales entre las que se encuentra Emilia Pardo Bazán.
Tertulia Unamuniana: Unamuno familiar
El miércoles 26 de enero tuvo lugar en La Casa de las Conchas la Tertulia:” Unamuno familiar”.
Tuvimos el honor de que nos acompañara Pablo Unamuno Pérez, nieto del escritor, quien nos contó algunas anécdotas de su abuelo, corroboradas en ocasiones por escritos del mismo D. Miguel, donde se pronuncia acerca de cómo era su vida familiar, en compañía de su mujer e hijos, incluso lo que sintió cuando en el exilio en Hendaya en 1929, se entera del nacimiento de su primer nieto Miguelín.
Es normal que el poeta Unamuno dejara plasmado en verso el sentir de su vida cotidiana, donde cobra gran importancia la familia.
Don Miguel era una persona familiar, gran padre y esposo singular.
Os dejamos algunas fotos de la tertulia.
Tertulia Unamuniana: Profesor Unamuno
Muy interesante resultó la conferencia Profesor Unamuno, a la que asistió, como viene siendo habitual, un gran número de personas, hasta agotar las sillas de la sala. Es verdad que ciertos temas, despiertan gran interés entre el público asistente, como fue el caso, dando lugar a un debate intenso y muy interesante.
Se trató por ejemplo el tema de cómo enseñar lenguas extranjeras, vivas o muertas, como es el caso del griego, que era la disciplina en que Unamuno desarrolló su labor docente en la universidad, ocupando las cátedras de lengua Griega, Literatura Griega e Historia de la lengua Castellana en sus treinta años de docencia.
Unamuno prefería ser llamado maestro, y en ello ponía todo su empeño. Estableciéndose entre maestro y alumno una relación de cariño: la mejor pedagogía es la que nace del amor. Uno de sus discípulos, Federico de Onís, dirá: solo a él tendría el deber de darle el título de maestro.
Una de las características de D. Miguel a la hora de impartir sus clases era la amenidad y también la de inquietar el espíritu, despertar al dormido, remover conciencias. Muchas veces Unamuno llamó a la rebeldía a los estudiantes con la intención de hacer hombres útiles.
Dirá Unamuno: los más de mil alumnos se olvidarán de lo que impartí, pero de mí no se olvidarán.
Unamuno estaba en contra de anticipar la gramática a la lengua. La gramática es posterior a la lengua. Yo no quiero ser helenista, sino descubrir la cultura griega a mis alumnos, en un ambiente creativo. Enseñar a ver la vida a través de los textos.
Como no hay Unamuno sin tópicos, también se trató el tema de que Unamuno abandonaba las clases, esto no es verdad, él mismo dirá: he faltado lo menos posible a mis clases. Parece que hay cinco faltas sin justificar en sus treinta años de vida docente, dirá García Blanco que le ayudó durante todo este tiempo, una salud felicísima. También salió a colación la idea de que Unamuno estaba en contra de la ciencia, se debatió y quedó patente que de lo que estaba en contra era del cientificismo. España puede aportar a Europa la espiritualidad, de San Juan de la Cruz, por ejemplo, de ahí surge el que inventen ellos, pero sin duda alguna a Unamuno sí le interesa la ciencia.
Tertulia unamuniana: Unamuno y la Guerra Civil
El día 27 de noviembre, la asociación de Amigos de Unamuno celebró su última tertulia por este año, bajo el título de “Unamuno y la Guerra Civil” con gran afluencia de público.
Haremos referencia a algunas de las opiniones vertidas en esta tertulia, que no dejan de ser opinión y de la que la asociación no se hace responsable.
En los primeros meses de la guerra civil, ni Unamuno ni nadie sabía lo que iba a durar. La actitud de Unamuno, no es tan rara si tenemos en cuenta a los intelectuales de su generación, como Ortega, Marañón, a excepción de Antonio Machado, que siguió manteniendo su adhesión a la república hasta el final.
Al principio Unamuno era un pequeño burgués al que le asustaba el frente popular por el apoyo que tenía de la Unión Soviética.
Lo que tiene más validez que las entrevistas, son las ideas vertidas en sus manuscritos y cartas, ya que algunas entrevistas son de dudosa fiabilidad. Había un control férreo sobre los periodistas no era fácil que las consiguieran personas que no eran afines al régimen. Algunas entrevistas no pasan por censura, hay en ellas adhesión al movimiento y a Franco, critica a la república y a Azaña y la condena de la barbarie que se estaba cometiendo, en lo que se refiere a los asesinatos.
Nuestro Presidente Francisco Blanco, gran estudioso de la obra y pensamiento de D. Miguel comenta que no entiende su adhesión al golpe militar, ya que Unamuno era un liberal de cuna, heredado de su padre, su madre, su abuela, era antimilitar, anticlerical, demócrata, republicano.
Cómo se adhiere entonces a un golpe militar sin vacilación alguna, qué terremoto interior debía tener Unamuno para que una persona de su perfil, pudiera unirse a los militares. Algo muy importante debió suceder en su interior, en su estado anímico para que a partir de febrero, marzo del 36, vea la necesidad de una intervención militar. Es posible que D. Miguel, esté pasando una crisis propiciada por las causas externas que se están viviendo.
En opinión del filósofo y Luis Andrés Marcos,, Unamuno cambia sentimiento por resentimiento. Del sentimiento trágico de la vida, al Resentimiento trágico de la vida, el último librito de notas que quedó sin publicar, donde pone de manifiesto la situación de España.
Unamuno siente su destino y lo une al destino de España. Se le escapa el símbolo España, siente que España se ha desahuciado, está en guerra, etc.